La belleza del Angkor y la realidad humana

El Angkor Wat es un sitio de esos que a pesar de haber visto fotos y más fotos, no se puede describir bien la sensación que te da estar allí... La diferencia de ESTAR en Siem Reap o en el Angkor es que no sólo ves monumentos, sino que ves una realidad. La realidad humana que pasa desapercibida en la distancia o por internet. Y sobre todo, allí hemos visto la realidad de la infancia. 

Sólo visitando el Angkor puedes observar el alto número de niños que hay trabajando. Dentro del recinto, venden souvenirs de todo tipo, postales, collares, imanes para la nevera y demás baratijas.. todo por un dólar, que te piden insistentemente a tu alrededor mientras caminas de un monumento a otro.            

También hay niños recogiendo plástico, el cual, después venden para el reciclaje (y por el que les pagan cantidades irrisorias..). Os recomendamos este artículo para saber más sobre este escalofriante tema :  Los niños de la basura en Camboya 

Aunque el indice de escolarización no es bajo en Camboya, gran parte de los niños, a parte de estudiar, tienen que trabajar para poder ayudar a sus familias con la economía doméstica. Si a simple vista puedes apreciar esto en las ciudades, imaginaros en las zonas rurales.. Indudablemente, no sólo la pobreza influye en que los niños no asistan al colegio, también es un factor clave la ubicación. Niños de zonas rurales tienen doble de probabilidades de no asistir a la escuela que los niños de zonas urbanas.

Todo esto que hablamos lo hemos visto sin hacer demasiado esfuerzo en ver lo que nos rodea, sólo observando sin taparse los ojos ante estas realidades molestas. Ni mucho menos hemos tenido tiempo para profundizar ni rascar un poquito más en toda esta explotación infantil que se puede llevar a términos muchísimos mas graves si hablamos de explotación sexual o de drogas.

Evidentemente, ni los niños trabajando en vertederos, ni la cantidad de personas que hay viviendo bajo el umbral de la pobreza es algo exclusivo de Camboya, pero es verdad, que nosotras la hemos vivido con mucha mayor intensidad en este lugar lleno de contrastes. La belleza y la miseria del ser humano. Hoteles lujosos en los que turistas pueden llegar a gastarse 10.000 euros en una semana y niños recogiendo basura de las calles para intentar ganar un par de euros al día... 

El mundo es difícil de entender por la cantidad de injusticia social que se dan en él. Es difícil la coherencia en la mayoría de los situaciones de este tipo que nos rodean y que nos hacen cuestionarnos a cada paso que damos.  Muchos de los turistas que vienen a Siem Reap visitan alguno de los muchos orfanatos que existen en esta zona. Pasan un rato agradable jugando con los niños, donan unos cuantos dólares y se van con la conciencia tranquila a comprar unas Nike, que aquí son mucho mas baratas que en Occidente .... ( Ver articulo sobre fabricas textiles en Camboya)

Deseamos que el mundo cambie y que sobre todo los niños no tengan porque sufrir los despropósitos del adulto, que son muchos, y muy graves... 

Estadísticas en Unicef sobre Camboya

Descubriendo los derechos del niño en Camboya

Rural Poverty Portal 

La charca de la basura en Camboya

Angkor es una región de Camboya que alojó las sucesivas capitales del Imperio jemer durante su época de esplendor. El denominado Imperio Angkoriano dominó el sureste asiático, desde el Mar de China hasta el Golfo de Bengala, entre los siglos IX y XV de nuestra era.

Os dejamos el link de la wiki por sí queréis leer más sobre su apasionante historia http://es.wikipedia.org/wiki/Angkor

También podéis descargaros un maravilloso número especial de la revista Patrimonio Mundial de la Unesco hablando sobre Camboya y su valor excepcional

Para llegar al Angkor, lo que se suele hacer es basar tu estancia en la ciudad de Siem Reap. No hay mucho que ver en ella, una ciudad dedicada al turismo, con sus mercados de souvenirs, restaurantes y hoteles.
Desde aquí puedes alquilar una bici para ir, o lo que mucha gente hace, ir en tuk tuk. Por unos 12 dólares al día un guía en su tuk tuk te llevará de un templo a otro dejándote tu tiempo para recorrerlos.

La opción de bici esta bien, pero hay que tener en cuenta: de Siem Reap a la zona del Angkor hay 8 km ( 8 de ida y 8 de vuelta). Los monumentos están bastante alejados los unos de los otros. Se camina mucho durante las visitas a los templos y dependiendo de la época del año puede que haga mucho calor. Con lo que cuenta con ir sobre todo con agua! 

Hay tres tipos de pases o entradas, de un día, de tres y de una semana. 

Nosotras cogimos el de 3 días, para poder disfrutar del Angkor sin prisas.

  El primer día vimos el atardecer y el segundo el amanecer! 

El amanecer los disfrutamos mucho, pese a levantarnos a las 4.30 de la mañana!
Las vistas sobre el Angkor Wat son preciosas.

Angkor Wat es el templo más conocido y grande de los que forman el complejo. Según cuenta la leyenda, el rey Suryavarman II quiso ubicar el templo en un lugar del agrado de los dioses, por lo cual soltó un buey en la llanura y resolvió construir el templo allí donde se tumbase. 

El templo budista Bayon es otro de lo más visitados. Tiene nada más y nada menos que 54 torres, decoradas con 200 enigmáticas caras que miran en todas las direcciones.



Sin duda uno de los templos que más nos gustó fue el Ta Phrom. Fuimos el tercel día , con la suerte de ir acompañadas de Blanca, una chica española que conocimos en Bali y con la que esperamos volver a coincidir donde sea!
Las paredes están abrazadas por árboles, que con sus raíces recorren partes importantes de el, hace que el espectáculo te deje con la boca abierta.

Otro de los que mas me gustó fue el Ta Som, al que fuimos justo tras ver al amanecer, la luz que había era inspiradora, pasando por todas las puertas que se veían. También tenía grandes arboles abrazándolo. Otra de las cosas importantes para que un sitio te agrade más o menos, normalmente suele ser la masificación. Por suerte, ese templo a esas horas no tiene gran cantidad de turistas visitándolo. 

Os dejamos con unas cuantas fotos que esperemos que disfrutéis! Una visita que siempre recordaremos!