Entrando a China por Yangshou

Cruzar la frontera de Hong Kong a China fue algo novedoso en cuanto a la forma, ya que lo hicimos en metro y era la primera vez que lo hacíamos así.  Al cruzar la frontera, queríamos coger un autobús nocturno que nos llevase a Yansgshou.  Nada mas salir del paso fronterizo, hay unas escaleras a mano izquierda, después una especie de pasarela con el tejado verde y al bajar, una pequeña estación de autobuses desde donde salía el bus que queríamos coger nosotras…

El primer consejo que daríamos es que cuando vayáis a comprar un billete a un destino concreto, llevéis el nombre apuntado en chino, ya que la pronunciación del occidental en China puede llevar a confusión!  Nosotras pedíamos billetes a «Yansú» y nos preguntaba si era «Yansu» o «Yansu»! Al enseñárselo escrito en chino, ya salían de toda duda. Nos enteramos que había un destino en la otra punta de China con la pronunciación similar al que íbamos nosotras!!

Yangshuo es un pueblo que se encuentra en un área de montañas kársticas. Es un lugar en el que se concentra mucho turismo, especialmente turismo local. Nosotras estuvimos allí unos días. Un par de días alquilamos unas bicis para hacernos las rutas que en todo los hostales te van a aconsejar que hagas… Te recomendamos que lleves un mapa con todo bien indicado para no hacer y deshacer camino.

Puedes visitar varias cuevas, subir a la montaña de la Luna (Yueliang) donde tendrás unas vistas extraordinarias, o en dirección contraria, acercarte al puente del dragón (Yulong) que fue construido hace 600 años. El puente no es lo mejor del recorrido, lo mejor son las sendas y caminos por los que te das el paseo..

Esos días en Yangshuo teníamos un director atípico , mucho más pequeño de la habitual y su familia nos invito a ir con ellos al pueblo de los abuelos del niño. Así que, allí fuimos. Mientras el padre del niño cocinaba, el resto de la familia se dedicaba a arreglar las tumbas de sus familiares. Se barren ligeramente,  ofrecen comida y flores, rezan, queman incienso y papel moneda y se inclinan ante las lápidas en señal de respeto. Cuando acababan todo el ritual, encendían un ristra de cohetes en las tumbas , según ellos para avisar a sus ancestros que todo esta listo.

La comida fue deliciosa. Había pescado, pato, bambú, sopa.. una gran variedad de comida acompañada con arroz. Nos llamo la atención que lo que no te comes, como huesos o pielecillas, lo tiran directamente al suelo, y desde el suelo lo barren.. Comentaban que en las ciudades ya no se hacia eso, que las sobras se dejaban encima de la mesa.

Después dimos un paseo por el pueblo y el padre nos enseñó lo que hacia por allí cuando era pequeño. Un día que recordaremos con mucho cariño…