Las 3 capitales de los países bálticos: Tallin, Riga y Vilnius
Como teníamos una visa de tránsito, tuvimos que salir de Rusia desgraciadamente en pocos días. Así que, desde San Petersburgo montadas en un autobús cruzamos la frontera a Estonia.
La República de Estonia forma parte de la Unión Europea desde el 2004. Limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el golfo de Finlandia y al oeste con el mar Báltico. Viven en este país 1300000 habitantes y su ciudad mas poblada es Tallin, su capital.
A la capital nos dirigimos. Fueron unos 400 Km y tardamos aproximadamente unas seis horas. La carretera estaba en muy buenas condiciones, pero hay que tener en cuenta que hay que cruzar una frontera y eso siempre lleva su tiempo....
Sólo pasamos allí dos días, pero tuvimos la suerte de pasear y visitar aunque fuese por encima, su precioso casco histórico. Calles de adoquines y edificios que datan del siglo XI forman esta casco medieval en uno de los centros urbanos hanseáticos mejor conservados del mundo
En Tallín se encuentra la farmacia más antigua de Europa, data del año 1422 y esta localizada en una de las esquinas de la plaza del Ayuntamiento. Tanta fue su fama, que el mismísimo Pedro I el Grande, cuando estaba en su lecho de muerte, pidió que le trajeran remedios de esta farmacia.
Por la parte de atrás del centro, callejeando, puedes subir una especie de colina y llegar a una zona en donde hay varios miradores con unas vistas espectaculares de la ciudad y del mar!
La mitad de Estonia esta cubierta por bosques y grandes pantanos. Un país al que volveremos para recorrer con mas detenimiento.
Desde Tallin reemprendimos el viaje hasta Riga, en Letonia. Letonia es un lugar que cuenta con cerca de 2 millones de habitantes y una historia de lo más turbulenta. Ha sido saqueada, ocupada, reocupada y saqueada de nuevo por todo el mundo, desde los guerreros teutones hasta los suecos, pasando por los franceses, polacos, alemanes y rusos!
Riga es la ciudad más grande de los estados bálticos y el hogar de más de un tercio de la población de Letonia. Es el mayor centro cultural, educativo, político, financiero, comercial e industrial de la región del mar Báltico.
Allí íbamos a grabar con dos niñas letonas, con lo cual, nos quedamos unos días en esta bonita ciudad.
Visitar Riga es muy fácil y puede hacerse en poco tiempo ya que la mayoría de los lugares de interés turístico están situados a poca distancia en la zona de la ciudad antigua, justo a orillas del Rio Duagava.
Riga posee una linea de tranvía que cubre todas las áreas de la ciudad. Aún así, el centro puedes recorrerlo a pie sin problema.
Uno de los monumentos mas destacado por los letones es el Brivibas Piemineklis (Monumento a la Libertad). Es un poderoso símbolo de la nación pagado y levantado por los habitantes de Riga en 1935 que ha sobrevivido las cuatro décadas de dominio soviético. En la actualidad, es el monumento de su tipo más alto de Europa y ha vuelto a recobrar todo su esplendor tras la restauración que se ha llevado a cabo.
La Catedral es el edificio religioso más fotografiado de Riga. Tiene una mezcla de estilos románicos y góticos.
Los edificios de estilo Art Nouveau abundan por sus calles. Formas asimétricas, arcos y vidrios curvos. aunque es un estilo alemán, Riga es el mejor lugar para ver Jugendstil (la arquitectura alemana de estilo Art Nouveau), ya que no sufrió la misma devastación de las ciudades alemanas durante la II Guerra Mundial.
El mar Báltico se encuentra sólo a 12 km y aprovechamos el buen transporte que posee Riga para visitarlo.
Las mejores vistas de la ciudad se tienen desde la torre de Stalin (llamada por los lugareños la tarta), permite observar la ciudad vieja, el rio y antiguos bloques de la época soviética.
Otro de los grandes símbolos letones, es el gato negro. Si paseas y te adentras en cualquier tiendas de souvenirs, podrás observar que uno de los objetos que más se vende es un gato negro. Aquí te explican la leyenda sobre la Casa de los Gatos en Riga.
Aparte de visitar iglesias ortodoxas y católicas, visitamos un parque de rododendros que se encuentra en Babite, un pueblo cerca de Riga al que puedes llegar sin problema en tren. Encontraras un bosque lleno de rododendros con flores de todos los colores que puedas imaginar.
Algo curioso y que nunca habíamos visto, es la polinización de los chopos. Algunas de las calles que recorrimos estaban llenas de este polen blanco que se asemeja a nieve o algodón. Vimos a algunas personas que amontonaban esta pelusa y la quemaban. Parece ser que es altamente inflamable y el fuego se propagaba a gran velocidad.
Por último y una vez que acabamos las grabaciones, volvimos a coger el autobús para pasar un día y medio en Lituania.
Lituania es un país en el que viven poco más de tres millones de personas y posee grandes zonas boscosas que cubren cerca del 30% del territorio y parte de la espectacular costa báltica.
Llegamos a la capital y decidimos acampar a las afueras de la ciudad. Al día siguiente paseamos por sus calles y disfrutamos de calles empredradas y edificios al estilo barroco, especialmente sus iglesias.
Como no disponíamos de mucho tiempo hasta que cogiésemos el autobus destino a Polonia, visitamos básicamente el centro de la ciudad. A nuestro paso pudimos descubrir la plaza del ayuntamiento que no tiene un edifico que impresiona, pero con el conjunto de la plaza, crea un lugar agradable. Después visitamos la única sinagoga judía que hoy en día tiene actividad. Sobrevivió al Holocausto y al régimen soviético.
También visitamos varias iglesias como la de Santa Ana o la de Santa Teresa.
Algo curioso que puedes encontrar recorriendo sus calles, es una baldosa en la que se encuentra inscrita la palabra “steuklas” que significa milagro. En la wiki puedes leer acerca de esta baldosa y lo que significó la cadena Báltica. Una pequeña pista, la baldosa se encuentra entre el campanario y la catedral. 😉
Después de este interesante paseo por la capital de Lituania, seguimos nuestro rumbo hacia Polonia!
Muy buena informacion